
CDVIR
Centro Departamental de Vigilancia y Referencia
CONSEJERIA EN TB/VIH
En el pasado, la consejería se basaba en preparar a las personas para la prueba de VIH y compartir con ellos mensajes educativos generales para la prevención de la infección. Este enfoque se ha abandonado porque no logra reducir el riesgo de infección al punto deseable.
El enfoque actual centrado en el usuario se fundamenta en la interacción entre el paciente y el consejero para fomentar la realización de pruebas para VIH en personas de alto riesgo, involucrarlos en el proceso de consejería, centrar la sesión en las situaciones de riesgo y establecer metas para reducir esas situaciones.
Actualmente se recomienda realizar la prueba de VIH a todos los pacientes con sospecha o diagnostico de tuberculosis de forma accesible, voluntaria y confidencial, acompañada de consejería.
Los beneficios de la realización de la prueba de VIH para el paciente con tuberculosis son múltiples y entre ellos se pueden mencionar:
≫Mejorar el manejo de la tuberculosis y de sus complicaciones en
la persona con VIH
≫ Evitar medicamentos con toxicidad para la persona con VIH
≫Mejor diagnostico y manejo de otras condiciones asociadas al VIH
≫ Uso de profilaxis con TMP-SMX para prevenir infecciones oportunistas y reducir la mortalidad
≫ Uso oportuno de la terapia antirretroviral
≫ Proporcionar consejería a pacientes acerca del sida y su pronostico
≫ Promover prácticas de sexo seguro (abstinencia, fidelidad mutua,
Reducción de parejas)
≫ Promover el uso del condón para disminuir la transmisión
≫ Proporcionar consejería al grupo familiar acerca de la transmisión del VIH y su prevención.
La práctica de la consejería y prueba de VIH en el contexto de un diagnóstico de tuberculosis tiene algunas particularidades que la
diferencian de la consejería y prueba voluntaria, ofrecidos a las personas que espontáneamente acuden a los servicios. El paciente con tuberculosis no ha venido espontáneamente a realizarse la prueba, y por consiguiente, en la mayoría de los casos podría no estar preparado
para hacérsela. Si a esto se suma que la tuberculosis en muchas partes sigue siendo una enfermedad estigmatizante, cuyo diagnóstico puede ser difícil de asimilar para el paciente, es fácil visualizar la conveniencia de posponer una o dos semanas la consejería y el ofrecimiento de la prueba de VIH.
A continuación se enumeran de manera secuencial y resumida los pasos que deben darse para llevar a cabo una sesión de consejería de VIH en pacientes con tuberculosis, incluyendo la realización de la prueba.
Paso 1. Presentación
Este paso permite evaluar el conocimiento previo que el paciente tiene sobre el VIH y su relación con la tuberculosis. Aquí se explica que las personas con tuberculosis tienen mayor probabilidad de estar infectadas con el VIH y como en un número importante de casos esta enfermedad es la primera manifestación de la infección por el VIH. Se enfatiza que la tuberculosis es curable y el VIH tratable.
A continuación se enumeran de manera secuencial y resumida los pasos que deben darse para llevar a cabo una sesión de consejería de VIH en pacientes con tuberculosis, incluyendo la realización de la prueba.
Paso 2. Evaluación del riesgo
Este paso se centra en el riesgo individual de cada paciente. El encargado de la atención del paciente evalúa las situaciones de riesgo, la frecuencia con que está expuesto a estas situaciones y la exposición de riesgo más reciente, así como el riesgo de sus parejas. Aquí se indaga sobre situaciones que hacen más vulnerable al paciente, como alcoholismo, toxicomanía, indigencia, etc. Al finalizar se invita al paciente a realizarse la prueba.
Paso 3. Realización de la prueba
Antes de proceder a tomar la muestra de sangre atendiendo todas las medidas de bioseguridad pertinentes, es importante asegurarse de que el paciente con tuberculosis comprenda el significado del resultado y sus implicaciones. La prueba debe ser voluntaria y su aceptación debe ceñirse cuidadosamente a las regulaciones legales del país.
Deben aplicarse todas las medidas que garanticen la confidencialidad del paciente.
Paso 4. Comunicación del resultado de la prueba
Se debe informar sobre el resultado de la prueba cuando el paciente regresa, al inicio de la sesión. Es fundamental asegurarse de que el paciente entiende con claridad el significado. Al comunicar un resultado negativo se debe agregar que esto significa que no está infectado por el VIH, y aclarar cuidadosamente sobre el periodo de ventana.
En estos casos el énfasis se centra en ayudar a los pacientes con tuberculosis a seguir sin ser infectados con el VIH. Al comunicar un resultado positivo se debe explicar que significa que está infectado con el VIH, y no debe continuarse con los otros pasos hasta que se aclaren todas las inquietudes y dudas. Se le explica al paciente que será remitido a los servicios especializados en VIH donde le harán otros exámenes para confirmar el diagnóstico y evaluar mejor su estado de salud.
Paso 5. Definir un plan de reducción de riesgos
Este es uno de los aspectos más importantes de la consejería. El plan debe ser realista y con metas específicas que le permitan al paciente reducir los comportamientos de riesgo que se han identificado en conjunto con el consejero. Debe incluir el alentar al paciente a hablar con sus parejas actuales y futuras, así como instrucciones generales sobre el uso de preservativos. El seguimiento a los compromisos adquiridos en el plan de reducción de riesgos es fundamental para lograr el éxito en la prevención de la infección por el VIH o su transmisión.
Paso 6. Identificar fuentes de apoyo
Una de las clave del éxito para los pacientes con resultado negativo es contar con apoyo para cumplir el plan elaborado para la reducción del riesgo. Para los pacientes con resultado positivo es de utilidad identificar de antemano las redes de apoyo existentes, tanto las de carácter comunitario, psicosocial y espiritual, como los grupos de apoyo y soporte a las personas con VIH. Uno de los apoyos más importantes que puede recibir el paciente es el de sus allegados, amigos o parientes, a quienes haya decidido revelar su condición. El consejero puede ayudarlo a identificarlas y a evaluar dicho potencial. El paciente coinfectado deberá tener claro donde obtener atención integral, que incluya tratamiento antirretroviral y para infecciones oportunistas.




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